¿Cómo y dónde aprendemos?
Aprendizaje sin fronteras...

Por Equipo Xmartb | 6 min   


Piensa en la última vez que aprendiste algo, ¿cómo te diste cuenta de que lo hiciste, de que en verdad aprendiste? 

Hoy en día expandir la idea que se tiene de los procesos de formación en las organizaciones a algo más profundo es esencial. Permite, por ejemplo, dejar atrás la idea de que el aprendizaje es sinónimo de capacitación.  

Tomarse un momento para observar todo lo que ocurre con nuestro aprendizaje y el de las personas que nos rodean, nos acerca a comprender cómo, cuándo, dónde y para qué aprendemos, pero además de eso, logramos reflexionar sobre ello, es decir, entender cómo nos damos cuenta si realmente aprendimos; esto último es información clave para diseñar estrategias que enriquezcan los procesos de aprendizaje y desarrollo continuo dentro de la organización.  


El aprendizaje que no observamos 


El aprendizaje invisible es ese que no observamos, ese que se aprende por estar en una situación determinada, es un aprendizaje exigido por la situación o encontrado por exploración, que se aprende por estar haciendo.

La importancia de confirmar si hemos aprendido

A lo largo de nuestra experiencia apoyando las áreas de aprendizaje y desarrollo de las organizaciones hemos notado cada vez más, la necesidad de dotar de herramientas que permitan que el aprendizaje de las personas se complete. De acuerdo con algunos especialistas, completar el aprendizaje sucede cuando reflexionamos lo que experimentamos, cuando lo ponemos en práctica y nos hacemos conscientes de ello, cuando lo enseñamos mejorando la forma en que lo aprendimos. 

La experiencia que vamos generando en las distintas áreas de nuestra vida enriquece nuestra formación integral, no obstante, la experiencia no nos servirá de nada si no está acompañada de una reflexión que permita cuestionarnos, dudar, pensar cómo nos impacta lo que vivimos, por qué nos hace o no sentido, qué otras posibilidades hay y más. Así también, si una vez que reflexionamos sobre nuestras experiencias no aplicamos lo que adquirimos, el aprendizaje no estaría completo. 

Analizar el cómo es que aprendemos exige mucho más que el acceso a más y nuevos contenidos, implica saber hacerse nuevas preguntas que nos ayuden a interiorizar lo que vamos adquiriendo, lo que estamos viendo o desmenuzar las experiencias que estamos viviendo y así encontrar el sentido que tendrían para nosotros; hay que enfrentarnos a retos que nos permitan poner en práctica lo que reflexionamos.

 Si pensamos de esta forma el aprendizaje, entonces podremos crear ambientes que integren estrategias de aprendizaje que resulten significativas no solo para la formación de los colaboradores sino también del negocio. Al momento de querer desarrollar las estrategias de formación dentro de las organizaciones se deben tomar en cuentas otros lugares y elementos que permitan impulsar al aprendizaje de los colaboradores de mejor manera.    

  Ambientes de aprendizaje con una visión panorámica

Reflexionar las experiencias para aprender implica también generar ambientes de aprendizaje que consideren otros espacios y momentos. Esto es esencial dentro de las organización, ya que hoy en día las personas aprenden en diversos lugares y momentos de su vida cotidiana: por ejemplo, una persona puede aprender por medio de sus relaciones sociales, en pláticas cotidianas con sus compañeros de trabajo o a través de distintos medios de comunicación en cualquier momento del día.

 De manera general, los momentos y lugares en los que aprende una persona pueden llegar a ser muy variados y subjetivos de acuerdo con las rutinas, intereses y necesidades de cada persona. Por ejemplo, a través de la interacción social las personas pueden desarrollar soft skills que les permitan desempeñarse de mejor manera en el trabajo, tales como: trabajo en equipo, liderazgo, asertividad, compromiso, pensamiento crítico, flexibilidad y resiliencia. Para construir ambientes de aprendizaje integrales y con una mayor visión respecto al aprendizaje, es necesario instaurar medios en los que se dan los procesos de aprendizaje que a simple vista no se ven, como el uso de podcasts; estos medios incluso podrían reforzarán los conocimientos que se les da en un curso de capacitación.


Piensa en las formas en las que tus colaboradores aprenden los conocimientos y habilidades necesarias para desempeñarse en su trabajo de manera eficaz y eficiente, ¿crees que todas esas habilidades solamente las aprenden por medio de las capacitaciones de la organización durante las horas asignadas? Incluso reflexiona sobre tu propio aprendizaje, ¿en qué momentos y lugares has aprendido cosas que te han servido en tu trabajo? Es momento de que abras los ojos y amplíes tu visión de los ambientes de aprendizaje de tu organización, te cuestiones todos los lugares y momentos en los que aprenden tus colaboradores y planees una estrategia para enriquecer tus procesos de enseñanza y aprendizaje en miras de un desarrollo integral de toda la organización.  

La reflexión como herramienta 

El aprendizaje requiere acción y reflexión, por eso te sugerimos que adoptes como hábito reflexionar siempre que te enfrentes a nuevos procesos de aprendizaje, ya que entre sus principales beneficios está mejorar el pensamiento crítico. Así que, inspirados en la propuesta de Nodo Universitario, te compartimos una serie de preguntas lógicas -que ellos proponen, entre otras- que te pueden ayudar a ti y a tu equipo a promover la reflexión. 

Da clic en cada rubro para visualizar las preguntas:

1. ¿Qué piensas acerca de lo que se dijo?
2. ¿Cómo estarías de acuerdo o desacuerdo con esto?
3. ¿Existe respuestas similares o con otras alternativas que puedas pensar?
4. ¿Alguien más quiere añadir algo a la respuesta?
5. ¿Cómo puedes convencer a los demás de que tu respuesta es la mejor?

1. ¿Cómo determinas que esto es verdad?
2. ¿Por qué no consideraste otra alternativa para el problema?
3. ¿Por qué esa respuesta tiene sentido para ti?
4. (en contraargumentación…) ¿Y si digo que esto no es verdad?
5. ¿Hay alguna manera de mostrar lo que quieres decir con eso?

1. ¿Por qué crees que esto funciona? ¿Siempre lo hace? ¿Por qué?
2. ¿Cómo puedes comprobar que es cierto?
3. ¿Cómo puedes probarlo?
4. ¿Por qué asumir esto?
5. ¿Cómo puedes argumentar en contra de esto?

Análisis

1. ¿Cómo puedes mostrar las diferencias y similitudes?
2. ¿Qué puede llevarte a una respuesta alternativa?
3. ¿Cuántas posibilidades puedes pensar y por qué?
4. ¿Pueden predecirse un mayor número de resultados?

1. ¿Cómo puede relacionarse con las ocurrencias diarias?
2. ¿Qué ideas tienen más sentido y por qué?
3. ¿Qué problemas te resultan familiares y por qué?
4. ¿Cómo se relaciona esto con eventos actuales?
5. ¿Qué ejemplos pueden hacer que este problema sea viable?
6. ¿Qué otros problemas encajan en este tipo de ejemplo?

Fuente de inspiración


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Parte 1. Intervenir, transformar y potencializar el aprendizaje